Mónica Llumiquinga, su marido, y sus dos hijos fueron víctimas de agresiones tanto físicas como psicológicas por parte de ocho jóvenes españoles. El hecho se dio porque uno de los jóvenes agredió verbalmente a la familia y el marido de Mónica intentó tranquilizarlo, pero recibió varios golpes. La esposa intervino y recibió golpes en todo el cuerpo, una fractura en la ceje y una herida en el cráneo.
Sucedió en la Ciudad de Los Ángeles, en el barrio de Villaverde al sur de Madrid. La familia bajó del coche y se proponía visitar a Alexis, el hijo mayor del matrimonio, para despedirse puesto que ese mismo día regresaba a Quito; sin embargo, al bajarse del vehículo se encontraron con los agresores que los insultaron con contenidos xenofóbicos y posteriormente los agredieron. La policía se presentó, pero los agresores lograron huir.
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